Las futuras generaciones de estudiantes y profesores, sin duda, tendrán una experiencia de clase muy diferente debido a su trabajo.
He tenido el privilegio de visitar recientemente la Universidad de Barcelona y hablar con el profesorado vinculado al centro de investigación CREA de esta universidad. Me ha llamado la atención la intensa devoción de estas mujeres en erradicar el acoso sexual y la violencia de género. Cualquier persona que haya estado trabajando para mejorar las políticas y los trámites o gestiones relacionados con estas cuestiones en los campus universitarios en la última década, sé que esta puede ser una lucha difícil y desafiante. Me siento afortunada de que muchas de las leyes federales que rigen los campus universitarios aborden el tema de la violencia de género en los EE.UU., estas surgieron a partir de reivindicaciones de mujeres y hombres antes que yo. He tenido el lujo de construir sobre sus éxitos.
Los esfuerzos de CREA para establecer estos fundamentos para romper el silencio que rodea la violencia de género es estimulante. Las futuras generaciones de estudiantes y profesores, sin duda, tendrán una experiencia de clase muy diferente debido a su trabajo. Me siento especialmente en deuda con Lídia Puigvert, quien me ha enseñado mucho en mi corta visita. Ella me ha explicado pacientemente el trabajo de CREA – los desafíos que enfrentan, así como los éxitos – poner una cara a este problema a través de compartir historias de vida reales afectadas por el impacto del acoso sexual y la violencia. Sólo tienes que pasar unos pocos minutos con Lidia para saber que es profundamente apasionada cuando se trata de mejorar las vidas de las mujeres. Ella representa todo lo que me hace sentir orgullosa de ser feminista y me siento honrada de haber tenido la oportunidad de conocerla y ser testigo de primera mano del trabajo riguroso que hace CREA.